ENTREVISTA: Nieves Segovia, Presidenta Institución SEK

Nieves Segovia ha heredado de su padre la fuerza y el tesón. Tiene un discurso sobre la educación fruto de su experiencia práctica, sus estudios, sus contactos internacionales y su cercanía a la realidad. Defiende con ardor la libertad de iniciativa y de flexibilidad para los centros. «El sistema educativo actual encorseta en exceso», apunta.

– ¿Es negocio la educación? – Es una actividad que exige grandísimas inversiones y sus rentabilidades son muy pequeñas, y siempre a medio y largo plazo. Si alguien piensa que en este sector se pueden obtener unos rendimientos rápidos, está muy equivocado. Un proyecto educativo sólo se plantea en un horizonte temporal lejano. Nosotros fuimos los primeros que acuñamos, en los años 60, el término empresa educativa.

– ¿Por qué está tan mal visto el sector de la educación como industria en nuestro país? – Siempre se ha asociado el sector educativo al Estado y a organizaciones sociales y religiosas. Las empresas privadas no sólo hemos tenido que ir ganando un espacio, sino que nos hemos visto obligados a reclamarlo. La participación activa de la sociedad civil en la educación amplía las oportunidades, las libertades y las posibilidades de los ciudadanos. Por otro lado, las familias que optan por una enseñanza que pagan de su bolsillo suponen un ahorro directo, ya que se trata de un 7% de los alumnos de este país.

– Una buena educación es capital para el desarrollo económico de un país. ¿Porqué en España no está extendida realmente esa mentalidad? – La sociedad no se siente agente educador. Existe generalmente una relación directa entre la capacidad innovadora de los países y los resultados del informe Pisa. Si fuéramos conscientes de que estamos comprometiendo nuestro progreso, la mirada tendría que volverse hacia la educación. Ésta tiene que estar en el centro de prácticamente todos los ministerios: Industria, Economía, Empleo… El futuro industrial queda condicionado por la nueva Ley de Educación.

– Usted predica a favor de la tecnologización de la educación. ¿Por qué no termina de cuajar en España? – Si se implementa bien, lejos de aumentar los costes,se optimizarían más los recursos. La inversión global que se ha hecho en tecnología para la educación ha sido descomunal. Sin embargo, los resultados no sólo no han mejorado, sino que se han estancado. Ese fracaso se debe a que la tecnología tiene capacidad para transformar el sistema y, en cambio, nos hemos limitado a suplementarlo. Hemos querido aplicar tecnología a prácticas desaconsejables. Incluso,en algunos casos, la hemos incrustado. Ésta podría propiciar una educación mucho más conectada con el exterior y más colaborativa.

–¿Se responsabiliza en los centros escolares y en las universidades a los estudiantes a ser ciudadanos protagonistas del desarrollo de su país? – Carecemos de un sistema que le dé protagonismo y responsabilidad al alumno en el proceso de su aprendizaje. Si fuera así, el compromiso sería mayor.

– ¿Está España preparada para exportar educación? – Nosotros hemos reflexionado mucho sobre este asunto, máxime cuando se ha puesto tan de moda la «MarcaEspaña». Tenemos que trabajar muchísimo para definir una marca educativa reconocida en el extranjero. Allá donde vamos, hay colegio británico, o alemán, o francés, o italiano, pero en cambio no existe uno español. La marca educativa va de la mano del idioma.

– Ustedes ya están implantados fuera de España. ¿Les ha costado mucho internacionalizarse? – No. Nos encontramos presentes en Irlanda, Francia y Qatar. En este último país, el Gobierno qatarí buscaba un colegio internacional de raíces españolas. Nos eligieron porque teníamos una tradición y contábamos con una experiencia en el Bachillerato Internacional, y nos dieron facilidades para desarrollar nuestro propiomodelopedagógicosinningúntipode interferencia. La procedencia de los alumnos es muy variada: un 20% corresponde a la comunidad expatriada; un 30% son alumnos qatarís, y el resto, de muchas nacionalidades. La lengua vehiculares el inglés, ya prenden árabe y español durante todas las etapas.

– ¿Cómo ha de ser la gestión de los recursos humanos en una empresa educativa como la suya? – Obviamente, el profesorado es el corazón de una empresa educativa. En la nuestra siempre ha sido fundamental su formación y desarrollo profesional. De hecho, cuando fundamos la Universidad decidimos que no podía faltar una facultad de Educación. Ahora, podemos hacer más investigación y darle más oportunidad es a los docentes. Las empresas educativas tenemos que avanzar en el liderazgo de los directivos.

 

EL PERFIL
Nieves Segovia, doctora en Pedagogía y MBA, preside la Institución Educativa SEK y la Universidad Camilo José Cela, así como la iniciativa «Global Education Forum» para la innovación y mejora del sistema educativo. Ha sido Premio Empresaria del Año de la Asociación de Mujeres Empresarias (Aseme) y Premio Unicef a la «Educación en valores».

 

Tercera Generación

La actual presidenta de esta empresa educativa representa la tercera generación de la familia Segovia, propietaria de la Institución SEK desde 1935. El primer centro se abrió en 1892 en el número 4 de la calle Santa María, en Madrid. Hoy en día cuenta con 10 colegios –tres en el extranjero–, una universidad –la Camilo José Cela– y 15 alumnos. El padre de Nieves Segovia, don Felipe, ha estado al frente de ella desde finales de los años 50 hasta 2010. Desde 1977 es miembro del Bachillerato Internacional. La renovación de los métodos, la innovación constante y la incorporación de las tecnologías son algunas de sus rasgos diferenciales.

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