El Colegio San Patricio es el primer centro educativo no universitario de enseñanza reglada en España al que se le reconoce fiscalmente su apuesta en I+D+I. Dos proyectos para mejorar el aprendizaje de sus alumnos; uno sobre la aplicación de la inteligencia emocional en entornos escolares y otro sobre multilingüismo, han sido los primeros en recibir la aprobación de sendas desgravaciones fiscales al Colegio San Patricio por su inversión en investigación, desarrollo e innovación.

Esta acreditación se ha otorgado después una rigurosa evaluación por parte de expertos cualificados que trabajan para la certificadora ACIE, acreditada por la ENAC, encargada por el Ministerio de Economía y Competitividad para la certificación de los proyectos de I+D+i.

Proyecto de Inteligencia Emocional en Entornos Escolares (i3e)

Este proyecto de desarrollo e innovación, que implanta la inteligencia emocional en el proceso educativo, ha obtenido sello propio por parte de AENOR como certificación oficial para otros centros educativos y ratifica que “sin emoción no hay aprendizaje”.

 Proyecto de Multilingüismo

En este proyecto de investigación y desarrollo, estudios por parte de profesionales del ámbito de la neurociencia, avalan la influencia positiva de la educación en varios idiomas desde edades tempranas.

En 2018, esta institución educativa de raíces madrileñas cumple 60 años desde su creación y está formada por cuatro colegios (tres en Madrid y uno en Toledo) y una fundación que desarrolla programas de índole educativa y social. Es precisamente desde la Fundación San Patricio desde donde se inician los proyectos de investigación e innovación, que posteriormente se van desarrollando en sus propios colegios y en otros centros educativos de toda España que participan en muchos de sus programas.

Sonsoles Castellano, presidenta de la fundación, y a su vez directora de política educativa del Colegio San Patricio, es la impulsora, entre otros, de estos dos proyectos. En palabras suyas, “En la medida que gestionemos de forma efectiva las diferentes etapas de los proyectos de innovación (I+D+i) podremos decir que innovamos”.

Estos proyectos se iniciaron en el curso 2011-2012 con una sólida fundamentación, con la participación de expertos en investigación desde distintas universidades, con una dotación de recursos materiales y de personas muy significativo, y con el establecimiento de unos indicadores oportunos y fiables con los que hacer el seguimiento y la evaluación de los mismos. Además, suponen un buen ejemplo de que no es la implementación de la tecnología la única manera de innovar en educación. Una vez certificados ambos proyectos, el colegio se podrá aplicar las desgravaciones fiscales, aprobadas en el último trimestre de 2017, a partir de su último ejercicio cerrado.

El sector educativo está siendo muy activo en los últimos años en aplicar metodologías innovadoras para mejorar el aprendizaje de los alumnos y en incorporar de manera decidida la tecnología a sus procesos educativos. “Hay muchos centros educativos en España que están innovando y desarrollando proyectos muy interesantes; sin embargo, en la mayoría de los casos, las importantes inversiones que suponen en tiempo y en recursos, o son exclusivamente en tecnología (difícil que sea reconocido como innovación) o no están suficientemente fundamentadas y evaluadas o se desconoce cómo recuperar parte de esta inversión” comenta Gabriel Castellano, director general de la Institución San Patricio.