La Asociación de Colegios Privados e Independientes CICAE considera acertada la flexibilización de medidas de contingencia del COVID-19 en los colegios, con el fin de asegurar un mayor acceso a la educación presencial el próximo curso, y espera que las comunidades autónomas doten de máxima autonomía en función de las características y particularidades arquitectónicas de cada centro.
Confiamos que las soluciones adoptadas en la Conferencia Sectorial de Educación sirvan para tener una hoja de ruta definitiva que posibilite retomar la actividad presencial a partir de septiembre con la mayor normalidad posible y los colegios puedan elaborar sus propios planes de reapertura con previsión y sin la incertidumbre de las últimas semanas. Desde CICAE solicitamos poner el derecho a la Educación en el centro de las políticas de reconstrucción y también mayor unidad para que los protocolos específicos para centros educativos no generen desigualdades entre comunidades autónomas.
La flexibilidad de medidas como la distancia de seguridad a 1,5 metros o aforos más amplios, y en función de los espacios, permitirán marcar una hoja de ruta más realista para adaptar el servicio educativo presencial a la nueva normalidad. Consideramos complicado asegurar los grupos de convivencia estable entre los más pequeños en las zonas comunes y si se prevé el posible cierre de centros ante algún caso de contagio o qué acciones tienen previsto adoptar en este supuesto.
Administraciones, profesorado, familias y colegios hemos de asumir esa responsabilidad y extremar todas las precauciones.
Los centros educativos están trabajando en la optimización de sus instalaciones y, si fuera necesario, se utilizarán otros espacios del colegio. Las medidas sanitarias que se proponen son las que se están adoptando, como la intensificación y frecuencia de limpieza y desinfección, directrices para mantener el distanciamiento, dotación de equipos de protección individual para el personal o dispensación de productos de higiene. Además, se está formando al personal en las medidas sanitarias, de prevención y en la gestión ante posibles casos, así como comunicando a los alumnos estas directrices para que se familiaricen con su nueva vida académica en los colegios. El riesgo cero en estos momentos no existe, Administraciones, profesorado, familias y colegios hemos de asumir esa responsabilidad y extremar todas las precauciones.
Será necesario revisar y adaptar la programación del curso 2020-2021 para incluir el refuerzo que precisen los alumnos como consecuencia a esta situación y realizar planes de atención emocional, teniendo en cuenta la situación vivida en el último trimestre.
Aunque nuestra experiencia con la educación a distancia ha sido positiva, existe una brecha digital que ha dificultado el acceso a la formación de muchos alumnos en estos meses. Estas desigualdades no se resuelven únicamente entregando dispositivos a los estudiantes, requiere formación de profesorado y alumnado en nuevas tecnologías. Es nuestro deber garantizar la educación del alumno en cualquier circunstancia y estar preparados para volver a la enseñanza a distancia si fuera necesario. La digitalización del sistema educativo es uno de los retos cuya necesidad se ha visto incrementada con esta crisis sanitaria.