Colegio Ramón y Cajal: el futuro ya está aquí

Como en la película con la que Robert Zemeckis conquistó a una generación entera en los años 80, los alumnos del Colegio Ramón y Cajal (CRC) han estrenado el curso en aulas que se habrían mimetizado a la perfección con las que proyectó el oscarizado director cuando hizo viajar al futuro al genial Marty McFly.

Tras poco más de dos meses, han finalizado unas obras sobre las que el director del colegio, Mariano Sanz Montesa, comenta: “El objetivo siempre ha sido trasladar el espíritu de transparencia e ideas novedosas a los nuevos espacios. Gracias al esfuerzo de todos, dirección, trabajadores, profesores y familias, creo que lo hemos conseguido”.

Con más de 50 años de historia a sus espaldas, el nuevo CRC estrena una nueva imagen en la que el blanco se erige como símbolo de vanguardia, innovación y compromiso con la educación.

La historia señala al arquitecto Arturo Soria como propietario del edificio principal del centro. Sobre esta emblemática construcción se han hecho diferentes trabajos de mejora en ventanas, pintura, tabiques y mobiliario interior, pero sobre todo, como la más llamativa de todas ellas, en la cubierta exterior de grandes paneles blancos, que ha escondido para siempre el ladrillo visto que se proyectó en los anteriores planos del edificio.

Junto al inmueble principal, se ha levantado otro completamente nuevo, cuyas cuatro plantas están coronadas por un majestuoso olivo y la biblioteca del centro, que en los próximos meses mirará de frente al cielo de Madrid desde cualquiera de sus cuatro paredes de cristal.

Este cubo transparente, que será un espacio de relación, de intercambio, de cultura compartida, de clases magistrales, conciertos, conferencias y seminarios, ha sido diseñado, como el resto de las modificaciones, por el Estudio Vegas Arquitectura.

El resultado, un ambiente futurista, de espacios amplios, luminosos y acogedores que se ha hecho presente en el día a día de alumnos y profesores.

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